viernes, 29 de enero de 2010

O'tapas Albahaca

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Un fiel lector nos envía sus impresiones de un garito de tapeo en Sevilla, del que por lo leido ha salido bastante satisfecho.

"Hay veces en la vida en la que tenemos tan mala suerte de estar en Sevilla, a las 11 de la noche, con el estómago vacío y sin ninguna idea de cómo llenarlo con cierta dignidad y a un precio que no duplique el PIB de Teruel. Por supuesto que Sevilla, como buena ciudad turística, está rebasada de lugares donde más que servir comida se sirven del borreguismo guiri. Anduvimos buscando un sitio cualquiera y fuimos a dar con O’tapas Albahaca, en el barrio de Triana, un bar que desde fuera no llama la atención en ningún aspecto, hasta que entras en materia. La primera sección de bar, simplemente una barra donde tomar cervezas o lo que quieras, para ir en grupo en plan de pie está bien. Si resulta que vas solo, el camarero (un argentino con grandes cosas de que hablar) te hace muy agradable la estancia, de hecho los dos camareros (hermanos argentinos, hasta donde yo sé) son de lo más amable que he conocido en el mundo de los bares. Algo de agradecer, teniendo en cuenta lo sencillo que es ser un asqueroso con la clientela. Pero vayamos a lo que importa.
Las tapas. Sin duda el mejor sitio en el que he estado en cuanto a calidad de las tapas. Son todo un ingenio de la restauración que combinan (ojo que esto es una combinación brutal): Calidad, originalidad, exotismo y CANTIDAD. A un precio que a nadie va a hacerse sentirse timado, ni mucho menos.
Tienen todo el catálogo en dos versiones: tapa y media tapa. Aconsejo elegir media tapa para poder elegir más variedad, y no comáis con los ojos. Es sencillo pedir y salir de allí haciendo la croqueta.
Entre algunas tapas destacan: “el Quijote de Venao al estilo Felipe II con miel”, “el Queso de Cabra en aceite con base de mermelada de tomate”, “los daditos de cazón en adobo sevillano”, “croquetas de boletus”…
La experiencia es magnífica, tras la espera a que lleguen los platos, comienza una orgía de sabores y de tapas que bien puede acabar en reventón de estómago, pues mucha vergüenza hay que tener para obligar al camarero a que tire los restos de tan buen sustento. La zona del restaurante tiene bastante personalidad gracias al mobiliario y a la decoración, que combinan frescura y tradición trianera en un ambiente amigable. La mejor sorpresa viene al pagar, y es que, sin ser un sitio barato, no te llevas el susto cuando recibes la cuenta, unos 15 o 20 € por barba. Es uno de esos sitios en los que por pagar un poco más, te alegras de haberlo hecho y sabes que ha merecido la pena.

Lo bueno: variedad, ubicación, trato y precio
Lo malo: la incógnita de porqué hay tan pocos negocios como este, si parece que resultan rentables."

Alberto Plasencia
Por lo que conozco a nuestro querido Alberto adivino que salió haciendo la croqueta.
Por si acaso no lo conoceis y quereis hacerle una visita, ahí va su página web:
Esperemos que os guste, si voy a Sevilla prometo hacerle una visita.

jueves, 21 de enero de 2010

Restaurante Ribs (La casa de las costillas)

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El periodista deportivo Daniel Blanco nos envía su experiencia en el restaurante Ribs de Madrid, situado en Gregorio Benitez 4, frente a C.C. Arturo Soria Plaza.
Desde aquí mandarle nuestro agradecimiento y animaros a todos a que nos escribais para contarnos vuestras propias experiencias en locales especializados en el timo.

"Había ido a Ribs en otras dos ocasiones y la verdad es que sin cenar del todo bien en ninguna de las dos, sí que es cierto que el servicio había sido bueno y la atención excelente, pero el otro día volví a ir a este restaurante especializado, como su nombre indica, en costillas, aunque también puedes encontrar en la carta todo tipo de hamburguesas, filetes, pollo, etc.
Lo que sucedió fue una estafa digna de no volver a ir al local. Éramos tres personas y pedimos tres entrantes y tres platos para cada uno. Los entrantes eran del tamaño de un plato de desayuno para apoyar la taza de café. Es decir que no cabían ni cinco aros de cebolla, ni cinco fingers de pollo y los tres huevos rancheros tenían la medida de una canica aproximadamente.
Pero ahí no acaba la cosa. El plato fuerte es una hamburguesa, que es una mentira respecto a como aparece en la foto de la carta. Ya sé que pasa en muchos restaurantes, pero por lo menos en aquellos, el plato está bueno. Aquí la burger estaba muy hecha y no sabía bien.
Los refrescos no se rellenan y te clavan cuatro euros por cada uno. La broma nos salió a ¡26 euros persona! También os digo que es una cifra que yo, de vez en cuando, pagaría a gusto si la comida es realmente buena (Friday’s, Tony Roma’s, Foster, etc). Pero en esta ocasión la broma fue una gran estafa. De no volver a ir, que de hecho no volveré.
Por si esto no fuera suficiente, el día era frio en Madrid y la calefacción no funcionaba en el lugar. Es más, lo que funcionaba era un extraño aire frio que convertía al restaurante en un iglú.
Aprovechando esta oportunidad que me brinda el NMTPF os recomiendo que no os arriesgueis a tirar el dinero por unos platos que ni son lo que parecen, ni parecen lo que son.”

Vaya, parece que ya sabemos de donde sacan las costillas, lo raro es que no den también de comer el riñón que te cuestan los platos, ¿no?