martes, 9 de noviembre de 2010

Area 103 (€ el menú)

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Hola de nuevo, os dejo un escalofriante relato, digno de la noche de Halloween, de una compañera que cometió la imprudencia de parar en un restaurante de carretera durante el puente del Pilar. Vaya por delante que los restaurantes de carretera son un timo en general, pero lo que aquí nos cuentan paraliza a más de uno.
Con todos ustedes, los pardos de la 103:

"Queridos guardianes de la santa relación calidad-precio,



No he podido resistirme a la tentación de dejar testimonio de los escalofriantes hechos acaecidos a la hora del desayuno en el Area 103, restaurante de la carretera Madrid-Zaragoza, el pasado puente del Pilar. “Escalofriada” sobre todo nuestra humilde tarjeta a la hora de pagar…



En los bares de carretera se da a menudo una peligrosa variante del ya clásico “timo del turista”: se trata del llamado “timo del viajero de paso”, consistente en aplicar un escandaloso sobre-precio a productos básicos como el café, los refrescos o las tostadas en cualquier establecimiento de las abundantes carreteras patrias.



Sí amigos, en el Área 103, desayunar media tostada y un zumo de naranja puede costarte tanto como el menú del día en cualquier restaurante medio de Madrid. El 103 te recibe con una interminable barra plagada de gente, desayunando en su mayoría lo que nosotros procedimos a pedir: una inmensa tostada de jamón y tomate, que segundos antes formaba parte de una montaña de, a simple vista, apetitosas tostadas. Debo señalar que había una congregación de 10 o 15 monjas desayunando lo mismo, lo que nos animó aún más a unirnos en santa comunión a su sabia elección. Pedimos 2 de esos manjares y un pincho de tortilla, además de un café, dos zumos naturales de naranja y un refresco.

Cuando fuimos a atacar el desayuno nos percatamos de lo pardillos que habíamos sido (nosotros y las monjas). La tostada no estaba tostada, el jamón no sabía a nada, el zumo de naranja era tamaño copa de vino y tenía unos sospechosos grumos sin identificar que dificultaron su ingestión, y por si fuera poco la tortilla de patatas no merecía ese nombre ya que las patatas tenían la típica blandurriez de "tengo 3 días". Un bajón de desayuno, vamos. Contrariados nos dirigimos a la caja prestos a olvidar cuanto antes, pero lo mejor estaba por llegar...


La cuenta del desayuno ascendía al total de 35 euros, lo que dividido entre 4 y teniendo en cuanta que dos personas compartieron la tostada, viene a ser unos casi 9 euros por barba. Repito, 9 eurazos, de los que 7,5 correspondían a la &%$@ tostada. Sin comentarios. Mientras salíamos despavoridos llamándoles ladrones, no pudimos dejar de pensar en las incautas monjas, que se dejaron unos 150 euracos en benditos refrigerios. Con nuestros mileuristas rabos entre las piernas, convenimos que más nos valdrá otro día hacer la parada técnica en el Parador Nacional correspondiente.


Fdo. Los pardos de la 103."